Carpograma

La edad ósea hace referencia al grado de desarrollo de las estructuras óseas (grado de maduración ósea), comparándolo con los patrones referenciales para determinada edad cronológica. En el caso de un niño llevado al pediatra por ser el más bajo de su clase, si la edad ósea coincide con la cronológica, por ejemplo 16 años, significa que el desarrollo óseo casi se ha concluido con pocas posibilidades de crecer más, por lo que al final será un adulto de baja estatura.

Lo normal es que la edad ósea y la cronológica, más o menos, coincidan. Ciertas enfermedades crónicas pueden retrasar la edad ósea y algunos fármacos como los esteroides aceleran la osificación y ocasionan baja talla final. Es el caso de usuarios adolescentes (pesistas desinformados y en alto riesgo). La edad ósea (madurez ósea) se infiere mediante una radiografía de mano y carpo izquierdos (carpograma) valorando los centros de osificación y comparándolos con la edad cronológica.

El carpograma es un método de ayuda en la evaluación de los trastornos de crecimiento, sin ser por sí sólo un instrumento diagnóstico, y también para estimar la edad cronológica.

El problema de los jugadores que son inscritos como menores de edad, cuando en realidad son más "veteranos", ocasionó que la FIFA tomara medidas al respecto.
La resonancia magnética del carpo (muñeca) izquierdo fue el método empleado por la FIFA para establecer la edad real de los futbolistas menores de 18 años.

Prudencia inteligente

"Me enteré hace pocos días que estaba embarazada, justo en el momento en que había decidido comenzar régimen y acudir al gimnasio para bajar de peso", nos dice una paciente durante una consulta.

Una situación frecuente en no pocas mujeres que van a su primera consulta de control prenatal.

El aumento de peso normal oscila entre los 12 y los 14 kilógramos, pero esto es muy variable.

El embarazo normal no es impedimento para ejercitarse, siempre que el esfuerzo no sea extremo, ni de alta competencia; pero sí para el régimen alimentario.

Es indispensable suprimir el tabaco y reducir al máximo o abolir el consumo de las bebidas alcohólicas.
Asimismo, la dieta debe acompañarse de trabajo físico adecuado a la condición, en contraposición con la mayor inmovilidad y el descanso prolongado, antiguamente recomendado. El ejercicio es altamente beneficioso para la mujer embarazada.

Por un lado, favorece la circulación y contribuye a evitar várices y edemas en las piernas. Por otro, fortalece los músculos abdominales y propicia la elasticidad de los involucrados en el parto.
El yoga es estupendo: relaja, combate el estrés y logra equilibrio emocional, bueno para ambos. Los ejercicios de control de la respiración también son muy convenientes, tanto para aprender a relajarse y propiciar así el sueño, que suele ser esquivo entre las embarazadas, como para aliviar la tensión del parto y contribuir a que éste sea más rápido y llevadero.
Camine su embarazo, sea una persona activa, y ante la mínima eventualidad o duda no tarde en consultar al médico: él es quien debe aconsejarle sobre las rutinas y planes de ejercicios.
Envíe sus preguntas, sugerencias y opiniones a: parrafossalud@hotmail.com

Julio Acosta Urbaneja/ Humberto Zambrano Noria

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