¿Podrá hacer deporte?

En principio, todo niño o niña está facultado para practicar deporte de acuerdo a su edad y destreza. El médico pediatra establecerá la condición de salud y grado de crecimiento y desarrollo. Hay algunas alteraciones comunes en los niños, de necesaria corrección para el trabajo seguro.
La falta de arco plantar se corrige con ejercicios prescritos por el especialista para evitar la escoliosis (deformidad) de la columna vertebral y consecuentes dolores. El grado de agudeza visual es importante; pendiente si el niño refiere no ver bien el pizarrón en la escuela, dolor de cabeza o agotamiento, etc. Igualmente es vital evaluar el nivel de desarrollo neurológico para la edad.

El valor de la presión arterial, grado de audición, coordinación de los movimientos, lenguaje, la capacidad de abstracción, entre otros factores, es pertinente conocerlos.
El profesor de educación física puede tener una opinión acertada acerca del progreso del aparato locomotor de nuestro hijo y detectar cualquier falla. Pregúntele.
Con frecuencia los niños que viven en espacios cerrados tienen problemas de la marcha. Cada niño tiene una constitución física particular. Los cambios corporales a propósito de la pubertad, no siempre ocurren a la misma edad. Los niños delgados no son más débiles ni los gordos más saludables. La obesidad es una complicada enfermedad a evitar a toda costa: Niño obeso, adulto enfermo.
Comenzar a exigir al niño en el deporte, desde muy temprano no es una ventaja, es un peligro. En definitiva, solo el médico pediatra y su equipo tienen la palabra. No invente, ¡es su hijo!

Clavícula activa
Las lesiones óseas traumáticas son frecuentes en los deportes de contacto, pero también en los de pelota en movimiento o los que utilizan vehículos de cualquier tipo.
La clavícula es muy susceptible en las caídas y choques durante la ejecución, y más del 60% de las fracturas antes de la edad de 10 años. Las de la porción media son las más vistas y pueden ir desde la fractura en "tallo verde" hasta la completa.

Mientras más joven más rápida ocurre la consolidación ósea. Se puede permitir cierto grado de deformidad angular, ya que la remodelación suele ser completa en el curso de un año.
El callo de fractura aparece, según la edad del niño, entre el primero y el segun- do mes, produciendo tumefacción y deformidad local.
La clavícula puede fracturarse en el recién nacido en el curso de un parto difícil. Son difíciles de diagnosticar, asintomáticas y no requieren tratamiento.

En general, los niños menores de 6 años con fractu- ra del tercio medio de la clavícula no requieren de una reducción formal; se coloca vendaje "en ocho" o un cabestrillo durante tres o cuatro semanas.
Los niños mayores, y con deformidad angular significativa, necesitan reducción incruenta (a través de maniobras externas) e inmovilización con vendaje enyesado en forma de ocho.
En muchas ocasiones la perturbación funcional es mínima, por lo que la cirugía en los niños mayores es de excepción. Los padres deben estar conscientes de la formación del callo de fractura y su aspecto clínico, el cual desaparecerá en un lapso de 6 o 9 meses.
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Julio Acosta Urbaneja / José Luis Siverio

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